Desgraciadamente hoy no puede ser un domingo cualquiera para los madridistas. Y no lo es porque se acaba un ciclo, quizá el de la etapa más salvaje que ha vivido el madridismo en las últimas décadas. Levantarse y saber que Mourinho no volverá a sentarse en el banquillo local del Santiago Bernabéu, es duro, muy duro. Toca mirar al futuro con la angustia y el miedo que produce esta sensación de orfandad. Escalofríos que recorren todo el cuerpo al saber que ni la 'Décima' ni la 'Undécima' devolverá a una parte de los aficionados blancos el estado de plena felicidad.
Muchos "yihadistas" del Real Madrid sienten que le han robado un sueño, un modelo, una idea. Algo en lo que creían e incluso hasta idolatraban, con el peligro y la grima que da cualquier proceso de idolatración en el mundo del fútbol, y de eso en el Bernabéu saben un rato. Pero tranquilos, Mourinho no tendrá una estatua ni nada que se le parezca en el Bernabéu, que ya para eso el club blanco tendrá a Casillas la próxima temporada. Quizá el gran objetivo y la lucha que se le viene encima a todos esos madridistas sea la de continuar siendo independientes y libres, a pesar de la 'Prisa' de alguno, de esos que no se cansan de besar el escudo, en intentar hacer ver lo contrario.
En este día de luto, con el muerto viajando a Londres donde descansará por fin en paz, solo queda llorar su marcha a un mundo mejor y recordar los buenos momentos vividos juntos. Porque al final todos esos recuerdos son los que estarán por siempre en el corazón de los madridistas.
Pero por favor, Don José, no nos olvide, acuérdese de nosotros, de la misma manera que nosotros nos acordaremos de usted. Piense usted que aquí le seguiremos esperando. Contamos los días para que usted vuelva.
En este día de luto, con el muerto viajando a Londres donde descansará por fin en paz, solo queda llorar su marcha a un mundo mejor y recordar los buenos momentos vividos juntos. Porque al final todos esos recuerdos son los que estarán por siempre en el corazón de los madridistas.
Pero por favor, Don José, no nos olvide, acuérdese de nosotros, de la misma manera que nosotros nos acordaremos de usted. Piense usted que aquí le seguiremos esperando. Contamos los días para que usted vuelva.
1 comentarios:
Me parece muy buen artículo. Me encanta este blog y animo a que lo lean. Sigan así. Saludos.
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